Fue el viernes 28 de Agosto, de 2009 la apertura de la muestra de Artistas plásticos de La Rioja en La Casa de Cultura en Bs. As. Organizada por el Fondo Nacional de las Artes para su ciclo –Pertenencia- que intenta hacer un acercamiento a las diferentes manifestaciones artísticas de cada región poniendo en relevancia la identidad, la idiosincrasia de las mismas.
En la editorial de la exposición el curador y crítico de arte rosarino, Fernando Farina se plantea a grandes rasgos un hecho creativo donde perduran las más profundas tradiciones en contraposición con los cultores de nuevos lenguajes estéticos. Nos habla de vivencias de hombres que pasaron por este suelo, mas adelante dice que algunos artistas se plantean como pensar el arte hoy desde aquí, poniendo en cuestión algunas tradiciones; y para finalizar elabora una especie de pregunta: si dichos artistas seguirán siendo fieles a los principios que hablan del orgullo de ser riojano o si se irán por nuevos caminos que se alejen de cualquier marca de origen.
Haber, claro que es discutible el o los puntos de vista de Farina porque no creemos que nuestro arte necesariamente deba asumir una dualidad, una contracara, ni rivalidades poco pacificas como lo menciona muy brevemente en su aun más breve introducción, creemos que ambas cosas pueden convivir siempre y cuando se respeten ciertos códigos, más aun cuando esta muestra representa supuestamente lo mejor del arte provincial. Tampoco es lícito cuestionar tradiciones, de hecho ninguno de estos artistas lo hace desde una concepción verosímil, y es contradictorio decir que si seguirán siendo fieles, ni una cosa ni la otra, pues porque si se alejan de los designios que posee nuestra idiosincrasia simplemente no pueden ser catalogados como embajadores o representantes de nuestra cultura.
También mas adelante se hace mención al aporte del Grupo Calibar a la cultura de la provincia, y de que este de alguna manera posibilita la modernidad en nuestro arte.
No creemos necesariamente que toda la cultura generada por ese entonces haya pasado exclusivamente por el Grupo Calibar, seria iluso hacerlo, de hecho hubo otros artistas que sin ser parte de este grupo también supieron batallar con su trabajo. Calibar tuvo algunos integrantes que brillaron mucho mas que otros, eso lo sabemos todos, tampoco exageremos al decir que revolucionaron la cultura de la provincia, ni mucho menos, y les podemos asegurar que nadie de la escena nacional volvió los ojos hacia La Rioja, por aquel entonces, una provincia desde casi siempre denostada culturalmente.
Aunque si en la época de J.V. González (tal vez la unica) donde en su casa de descanso Samay Huasi llegaban sus amigos, pintores y escritores de renombre como Alfonsina, Spilimbergo, Antonio Alice, por ejemplo y otros grandes de la plástica, gracias a la amistad que los unía. Es además un derroche de tiempo explicar lo incomparable de la producción de trabajos literarios y sobretodo jurídicos tan brillantes del Fundador de la Universidad de la Plata con cualquiera que haya integrado el mencionado grupo y ni aun todos juntos podrían al menos acercarse a la figura de Don Joaquín. Tampoco es verdad que este grupo haya dado formación al profesorado de arte, que se lo debemos a una resolución que precisamente trajo a Crulcich a la Rioja y que le costo sudor y lagrimas procurarle el lugar que hoy cuenta en la comunidad. En cuanto a la formación del Museo de Bellas Artes se la debemos al Gobernador ing, Enrique Zuleta y al intendente y escritor Ángel Maria Vargas y especialmente al artista mendocino Raul Schurjin que gracias a sus contactos con los artistas de todo el país logra que participen de este Salón de 1951 y las adquisiciones, mas las gestiones de Domingo R. Nieto ante el Museo Nacional de Bellas Artes para lograr le sean prestadas obras, fueron por cierto la base para la creación del Museo, que seria diezmado hacia los años 90 ya en plena democracia.
Volviendo a la muestra que nos ocupa, los artistas elegidos para esta oportunidad son algunos de los nombres que de alguna manera fueron ganando su propio espacio a través de los años, hablamos claro esta de Jorge Ponce, Marta Cortes Álvarez, Néstor Vildoza que a propósito figura en catalogo pero su obra jamás llego a ser expuesta; en el día de inauguración, de artistas de otra generación como Gabriel Riquieri Luna, Fernando García, Sandra Lujan entre otros valores que en cierta manera representan a un publico, pero lo que realmente nos llama la atención es la exclusión en esta muestra de algunas de las obras de Federico Granillo Valdez, un artista con mas de 50 años de trayectoria, que inclusive fue invitado hace unos años a exponer en una memorable muestra de arte argentino de todos los tiempos, en La Embajada de EE.UU. junto a otros grandes nombres del arte como Carlos Alonso, Perez Celis, Eugenio Daneri, solo por nombrar algunos, es cierto que algunos gestores de cultura actuales reniegan del paisajismo, pero ese es otro debate; lo de Granillo Valdez no es un paisaje así nomás, su estilo es inconfundible, allí ahí una técnica que impresiona de buenas y a primera, precisión e inigualable talento. Es larga la lista de los excluidos como la obra de Maricel Andrada una de las artistas jóvenes con mas proyección de los últimos años no solo porque su temática que toca de cerca las fibras mas profundas de nuestros antepasados aborígenes que aun perdura en la sangre y en las costumbres de mucha gente del interior de la provincia, sino porque intenta recrear a través de signos y caracteres nuestras raíces pintando con pigmentos similares a los usados por nuestros aborígenes. Tampoco los artistas de Chilecito mas reconocidos fueron de la partida, salvo claro esta una de las obras de Dávila en Homenaje al artista recientemente desaparecido.
En reemplazo de estos nombres se llevaron obras de personas por completo desconocidas en el ambiente artístico provincial y en la comunidad que nunca que nos hayamos enterado en esta ultima década pusieron en consideración sus trabajos hablamos de 4 o 5 artistas puntualmente que están de –colados- en una exposición que por culpa de los mismos, o de su errada elección, termina por representarnos a medias.
Claro que existen muchos motivos para que esto suceda. Quizá El Curador de visita en nuestra provincia para la elección de las obras fue por completo mal asesorado, en esa oportunidad en dialogo con el funcionario ya nos había adelantado que no iba a ser posible la inclusión de todos los artistas mas relevantes en esta muestra, sin embargo jamás menciono que nos representarían personajes sin nombre, gente a la cual ignorábamos su condición de artistas, como el resto de los ciudadanos porque imagínense que si no los conocemos nosotros que estamos día a día hace años escribiendo sobre arte y cultura menos puede pedírsele a la comunidad que haga un esfuerzo para saber quienes son estas personas.
Otra de las cuestiones discutibles de esta muestra es que no se ha incluido nada en ningún tipo de lenguaje estético de los nombres o figuras emblemáticas del federalismo, algo que nos identifica no solo en el país, sino en el exterior, para los que no lo saben todavía, la franja roja que atraviesa la bandera de La Rioja, significa que somos una provincia netamente federal, esa es una condición natural de nuestra gente, es inherente a lo que somos, no en vano la astucia, tanto de políticos provinciales y nacionales es seguir usando el federalismo como bastión de su gestión. Pero esta es una cuestión inevitable aunque ya sabemos que no ha sido nunca de esta manera, por cierto que el federalismo se ha quedado en la corajuda historia de Don Facundo y Peñaloza que ofrendaron sus vidas por defender lo nuestro, siendo personajes tan admirables que investigadores tanto de Europa como de EE.UU. han intentado por décadas enteras descifrar la vida y el legado de los mismos, hasta el punto de que sus investigaciones actualmente forman parte de la cátedra de Historia Latinoamericana de Universidades tan importantes como la de Nueva York, por ejemplo entre otras.
No se puede exigir por cierto que un critico de arte rosarino, este al tanto del significado de la idiosincrasia de todo un pueblo. No se puede esperar a esta altura tampoco que una muestra organizada por un organismo oficial salga del todo bien, en el país entero las cosas desde hace tiempo funcionan a medias, no hace falta que nosotros lo aclaremos, ahí esta la realidad que supera a la ficción cuando hace unos años cuando se inundaron los sótanos del Museo Nacional de Bellas Artes terminando por arruinar un compendio invaluable de obras de arte, solo por nombrar algunas de las tantas cosas que pasaron, para que enumerar los terribles saqueos que sucedieron en esta provincia en cuanto al resguardo de su patrimonio cultural, para que… si cosas como estas suceden a diario a nivel nacional, y entonces porque íbamos a ser tan ilusos de esperar que las gestiones a nivel provincia funcionen.
El arte de La Rioja y en esto no admitimos discusión alguna, partiendo desde cualquier concepto serio, no es ni debe ser otra cosa que un autentico arte latinoamericano.
En cuanto a los conquistados por los lenguajes estéticos posmodernistas que son copia fiel de iluminados artistas europeos y Americanos de los años 70 tal vez sirva recordar unas líneas del gran Gabo, Gabriel García Márquez pronunciadas en su discurso de 1981 en Estocolmo al recibir el Premio Nóbel: La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos solo contribuye a hacernos cada vez mas desconocidos, cada vez menos libres, cada vez mas solitarios…
En la editorial de la exposición el curador y crítico de arte rosarino, Fernando Farina se plantea a grandes rasgos un hecho creativo donde perduran las más profundas tradiciones en contraposición con los cultores de nuevos lenguajes estéticos. Nos habla de vivencias de hombres que pasaron por este suelo, mas adelante dice que algunos artistas se plantean como pensar el arte hoy desde aquí, poniendo en cuestión algunas tradiciones; y para finalizar elabora una especie de pregunta: si dichos artistas seguirán siendo fieles a los principios que hablan del orgullo de ser riojano o si se irán por nuevos caminos que se alejen de cualquier marca de origen.
Haber, claro que es discutible el o los puntos de vista de Farina porque no creemos que nuestro arte necesariamente deba asumir una dualidad, una contracara, ni rivalidades poco pacificas como lo menciona muy brevemente en su aun más breve introducción, creemos que ambas cosas pueden convivir siempre y cuando se respeten ciertos códigos, más aun cuando esta muestra representa supuestamente lo mejor del arte provincial. Tampoco es lícito cuestionar tradiciones, de hecho ninguno de estos artistas lo hace desde una concepción verosímil, y es contradictorio decir que si seguirán siendo fieles, ni una cosa ni la otra, pues porque si se alejan de los designios que posee nuestra idiosincrasia simplemente no pueden ser catalogados como embajadores o representantes de nuestra cultura.
También mas adelante se hace mención al aporte del Grupo Calibar a la cultura de la provincia, y de que este de alguna manera posibilita la modernidad en nuestro arte.
No creemos necesariamente que toda la cultura generada por ese entonces haya pasado exclusivamente por el Grupo Calibar, seria iluso hacerlo, de hecho hubo otros artistas que sin ser parte de este grupo también supieron batallar con su trabajo. Calibar tuvo algunos integrantes que brillaron mucho mas que otros, eso lo sabemos todos, tampoco exageremos al decir que revolucionaron la cultura de la provincia, ni mucho menos, y les podemos asegurar que nadie de la escena nacional volvió los ojos hacia La Rioja, por aquel entonces, una provincia desde casi siempre denostada culturalmente.
Aunque si en la época de J.V. González (tal vez la unica) donde en su casa de descanso Samay Huasi llegaban sus amigos, pintores y escritores de renombre como Alfonsina, Spilimbergo, Antonio Alice, por ejemplo y otros grandes de la plástica, gracias a la amistad que los unía. Es además un derroche de tiempo explicar lo incomparable de la producción de trabajos literarios y sobretodo jurídicos tan brillantes del Fundador de la Universidad de la Plata con cualquiera que haya integrado el mencionado grupo y ni aun todos juntos podrían al menos acercarse a la figura de Don Joaquín. Tampoco es verdad que este grupo haya dado formación al profesorado de arte, que se lo debemos a una resolución que precisamente trajo a Crulcich a la Rioja y que le costo sudor y lagrimas procurarle el lugar que hoy cuenta en la comunidad. En cuanto a la formación del Museo de Bellas Artes se la debemos al Gobernador ing, Enrique Zuleta y al intendente y escritor Ángel Maria Vargas y especialmente al artista mendocino Raul Schurjin que gracias a sus contactos con los artistas de todo el país logra que participen de este Salón de 1951 y las adquisiciones, mas las gestiones de Domingo R. Nieto ante el Museo Nacional de Bellas Artes para lograr le sean prestadas obras, fueron por cierto la base para la creación del Museo, que seria diezmado hacia los años 90 ya en plena democracia.
Volviendo a la muestra que nos ocupa, los artistas elegidos para esta oportunidad son algunos de los nombres que de alguna manera fueron ganando su propio espacio a través de los años, hablamos claro esta de Jorge Ponce, Marta Cortes Álvarez, Néstor Vildoza que a propósito figura en catalogo pero su obra jamás llego a ser expuesta; en el día de inauguración, de artistas de otra generación como Gabriel Riquieri Luna, Fernando García, Sandra Lujan entre otros valores que en cierta manera representan a un publico, pero lo que realmente nos llama la atención es la exclusión en esta muestra de algunas de las obras de Federico Granillo Valdez, un artista con mas de 50 años de trayectoria, que inclusive fue invitado hace unos años a exponer en una memorable muestra de arte argentino de todos los tiempos, en La Embajada de EE.UU. junto a otros grandes nombres del arte como Carlos Alonso, Perez Celis, Eugenio Daneri, solo por nombrar algunos, es cierto que algunos gestores de cultura actuales reniegan del paisajismo, pero ese es otro debate; lo de Granillo Valdez no es un paisaje así nomás, su estilo es inconfundible, allí ahí una técnica que impresiona de buenas y a primera, precisión e inigualable talento. Es larga la lista de los excluidos como la obra de Maricel Andrada una de las artistas jóvenes con mas proyección de los últimos años no solo porque su temática que toca de cerca las fibras mas profundas de nuestros antepasados aborígenes que aun perdura en la sangre y en las costumbres de mucha gente del interior de la provincia, sino porque intenta recrear a través de signos y caracteres nuestras raíces pintando con pigmentos similares a los usados por nuestros aborígenes. Tampoco los artistas de Chilecito mas reconocidos fueron de la partida, salvo claro esta una de las obras de Dávila en Homenaje al artista recientemente desaparecido.
En reemplazo de estos nombres se llevaron obras de personas por completo desconocidas en el ambiente artístico provincial y en la comunidad que nunca que nos hayamos enterado en esta ultima década pusieron en consideración sus trabajos hablamos de 4 o 5 artistas puntualmente que están de –colados- en una exposición que por culpa de los mismos, o de su errada elección, termina por representarnos a medias.
Claro que existen muchos motivos para que esto suceda. Quizá El Curador de visita en nuestra provincia para la elección de las obras fue por completo mal asesorado, en esa oportunidad en dialogo con el funcionario ya nos había adelantado que no iba a ser posible la inclusión de todos los artistas mas relevantes en esta muestra, sin embargo jamás menciono que nos representarían personajes sin nombre, gente a la cual ignorábamos su condición de artistas, como el resto de los ciudadanos porque imagínense que si no los conocemos nosotros que estamos día a día hace años escribiendo sobre arte y cultura menos puede pedírsele a la comunidad que haga un esfuerzo para saber quienes son estas personas.
Otra de las cuestiones discutibles de esta muestra es que no se ha incluido nada en ningún tipo de lenguaje estético de los nombres o figuras emblemáticas del federalismo, algo que nos identifica no solo en el país, sino en el exterior, para los que no lo saben todavía, la franja roja que atraviesa la bandera de La Rioja, significa que somos una provincia netamente federal, esa es una condición natural de nuestra gente, es inherente a lo que somos, no en vano la astucia, tanto de políticos provinciales y nacionales es seguir usando el federalismo como bastión de su gestión. Pero esta es una cuestión inevitable aunque ya sabemos que no ha sido nunca de esta manera, por cierto que el federalismo se ha quedado en la corajuda historia de Don Facundo y Peñaloza que ofrendaron sus vidas por defender lo nuestro, siendo personajes tan admirables que investigadores tanto de Europa como de EE.UU. han intentado por décadas enteras descifrar la vida y el legado de los mismos, hasta el punto de que sus investigaciones actualmente forman parte de la cátedra de Historia Latinoamericana de Universidades tan importantes como la de Nueva York, por ejemplo entre otras.
No se puede exigir por cierto que un critico de arte rosarino, este al tanto del significado de la idiosincrasia de todo un pueblo. No se puede esperar a esta altura tampoco que una muestra organizada por un organismo oficial salga del todo bien, en el país entero las cosas desde hace tiempo funcionan a medias, no hace falta que nosotros lo aclaremos, ahí esta la realidad que supera a la ficción cuando hace unos años cuando se inundaron los sótanos del Museo Nacional de Bellas Artes terminando por arruinar un compendio invaluable de obras de arte, solo por nombrar algunas de las tantas cosas que pasaron, para que enumerar los terribles saqueos que sucedieron en esta provincia en cuanto al resguardo de su patrimonio cultural, para que… si cosas como estas suceden a diario a nivel nacional, y entonces porque íbamos a ser tan ilusos de esperar que las gestiones a nivel provincia funcionen.
El arte de La Rioja y en esto no admitimos discusión alguna, partiendo desde cualquier concepto serio, no es ni debe ser otra cosa que un autentico arte latinoamericano.
En cuanto a los conquistados por los lenguajes estéticos posmodernistas que son copia fiel de iluminados artistas europeos y Americanos de los años 70 tal vez sirva recordar unas líneas del gran Gabo, Gabriel García Márquez pronunciadas en su discurso de 1981 en Estocolmo al recibir el Premio Nóbel: La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos solo contribuye a hacernos cada vez mas desconocidos, cada vez menos libres, cada vez mas solitarios…
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