No es por nada en especial que siempre desde estas líneas intentamos buscar la crítica constructiva, echar una mirada sobre nuestra cultura, que no encuentra un asidero valorable.
En plenas vacaciones de invierno en esta semana los contingentes de turistas de todo el país no tardaron en llegar y de seguro lo seguirán haciendo. Pero entre las escasas ofertas que ofrece la provincia turisticamente hablando, todavía no se están generando las alternativas validas para quienes desarrollan un turismo cultural, esto tiene que ver directamente con las propuestas que en cualquier provincia se realizan para llamar la atención de esta forma de conocer una ciudad y su gente.
Aquí a través de estas notas hemos reclamado la falta de inversión en la gran mayoría de los edificios destinados a resguardar nuestro patrimonio cultural. No hace falta que recordemos cuando a fines del año pasado, se invito a la prensa a participar del anuncio de la puesta en función del Museo Histórico, ubicado en pleno centro de la ciudad, dicha restauración seria llevada adelante siguiendo los pasos que por lo general se hacen en este tipo de proyectos, pero como siempre llegando casi a los 8 meses del anuncio, nada ha sucedido allí, si ya sabemos, la crisis, los precios, la nieve, el desempleo, siempre se pueden encontrar todos los motivos que por lógica tienen su prioridad, pero no queda bien visto ante la gente que se hagan anuncios que no se cumplen en un tiempo considerable, eso se llama irresponsabilidad y lo decimos con todo respeto, porque tampoco es para que nos sorprenda esta modalidad que va trillándose por parte de los gobiernos de turno. Solo es un modus operandi, que no tienen razón de ser. La provincia ha crecido considerablemente en los últimos años en su población, no así en su manera de enfrentar cuestiones que hacen a una sociedad organizada.
No esta en nosotros tampoco recalcar las debilidades oficiales, para eso están los opinologos, que desde hace mucho tiempo decidieron llamarse a silencio sobre estas cuestiones, vaya uno a saber porque. Pero es digamos que sorprendente que aun este Museo ya no Histórico sino Fantasma no haya sido quitado de la grilla de lugares a visitar por los turistas, que se tienen que conformar con mirarlo de afuera y preguntarle a los peatones ocasionales ¿a que hora atiende el Museo?
Tampoco se ha pensado siquiera en darle en algún lugar de la ciudad, un espacio para replantearnos nuestro federalismo. Hace ya varios años se propuso que los restos de Facundo Quiroga que descansan en el cementerio de La Recoleta, vuelvan aquí a su tierra, pero claro el proyecto no tuvo en cuenta haciendo un ocasional olvido de que mucho antes de pretender ese propósito, debía por lo menos hacerse un edifico especial que lo resguarde y a su vez recrear todo ese preciado tiempo a través de objetos sino auténticos por lo menos en replica de lo que simbolizo aquella época, desde las monedas que se acuñaron, una por una, hasta la vestimenta, uniformes, banderas, sables y demás enseres del Gral. Como se resguarda en Salta de lo que perteneció y se salvo de la figura de Guemes por ejemplo. Aquí ya no estamos hablando de ideología ni nada de eso. Estamos hablando de ejercicios calculados que llamen al turismo sobre figuras que tiene una dimensión enorme en la historia y parece que aquí todavía no nos damos cuenta de eso. Lo único de Quiroga que se hizo son unos documentales con una pésima estética, en el orden de videos caseros. Y un film en los 90 protagonizado por el querido Lito Cruz, que la verdad que no convence a nadie, salvo algunas de esas escenas donde Lito toma posesión del gran caudillo y logra desbordar todo su talento, no obstante para peor de las cosas, hay que hacer malabares para conseguirlo al film en Bs. As. aquí nadie se ha ocupado jamás de distribuirlo, de proyectarlo siquiera, no vaya a ser cosa que se recuerde que se hizo en otro gobierno. Volviendo al detalle de los restos de Facundo, menos mal que la familia Demarchi no quiso, saber nada con esto, ¡gracias a Dios! porque quien sabe lo que hubiera sucedido, si ni siquiera podemos poner en valor lo poco que se esta cayendo a pedazos.
Los anuncios ¡sobran! y los ilusos también, pero la realidad no dicta lo mismo, nos esforzamos para no pensar que sucederá lo imprevisible, que cambiaran los ejes de esta desidia, alguna vez, pero ya ni nosotros nos la creemos. Alguien nos dice que tenemos ¡la fiesta de los artesanos por lo menos! y un par de museos abiertos a mediotiempo, y si hay que agradecerles a los artesanos en definitiva que dejan un poco de color sobre las ruinas culturales de una ciudad que a mas del Talampaya hecho por la mano de Dios, no tiene casi nada de su pasado para apreciar. Sigamos esperando y no dudemos en pensar en dar vuelta la página y a los investigadores culturales e historiadores que nos visitan no se gasten en buscar lo que nunca encontraran…
Aquí a través de estas notas hemos reclamado la falta de inversión en la gran mayoría de los edificios destinados a resguardar nuestro patrimonio cultural. No hace falta que recordemos cuando a fines del año pasado, se invito a la prensa a participar del anuncio de la puesta en función del Museo Histórico, ubicado en pleno centro de la ciudad, dicha restauración seria llevada adelante siguiendo los pasos que por lo general se hacen en este tipo de proyectos, pero como siempre llegando casi a los 8 meses del anuncio, nada ha sucedido allí, si ya sabemos, la crisis, los precios, la nieve, el desempleo, siempre se pueden encontrar todos los motivos que por lógica tienen su prioridad, pero no queda bien visto ante la gente que se hagan anuncios que no se cumplen en un tiempo considerable, eso se llama irresponsabilidad y lo decimos con todo respeto, porque tampoco es para que nos sorprenda esta modalidad que va trillándose por parte de los gobiernos de turno. Solo es un modus operandi, que no tienen razón de ser. La provincia ha crecido considerablemente en los últimos años en su población, no así en su manera de enfrentar cuestiones que hacen a una sociedad organizada.
No esta en nosotros tampoco recalcar las debilidades oficiales, para eso están los opinologos, que desde hace mucho tiempo decidieron llamarse a silencio sobre estas cuestiones, vaya uno a saber porque. Pero es digamos que sorprendente que aun este Museo ya no Histórico sino Fantasma no haya sido quitado de la grilla de lugares a visitar por los turistas, que se tienen que conformar con mirarlo de afuera y preguntarle a los peatones ocasionales ¿a que hora atiende el Museo?
Tampoco se ha pensado siquiera en darle en algún lugar de la ciudad, un espacio para replantearnos nuestro federalismo. Hace ya varios años se propuso que los restos de Facundo Quiroga que descansan en el cementerio de La Recoleta, vuelvan aquí a su tierra, pero claro el proyecto no tuvo en cuenta haciendo un ocasional olvido de que mucho antes de pretender ese propósito, debía por lo menos hacerse un edifico especial que lo resguarde y a su vez recrear todo ese preciado tiempo a través de objetos sino auténticos por lo menos en replica de lo que simbolizo aquella época, desde las monedas que se acuñaron, una por una, hasta la vestimenta, uniformes, banderas, sables y demás enseres del Gral. Como se resguarda en Salta de lo que perteneció y se salvo de la figura de Guemes por ejemplo. Aquí ya no estamos hablando de ideología ni nada de eso. Estamos hablando de ejercicios calculados que llamen al turismo sobre figuras que tiene una dimensión enorme en la historia y parece que aquí todavía no nos damos cuenta de eso. Lo único de Quiroga que se hizo son unos documentales con una pésima estética, en el orden de videos caseros. Y un film en los 90 protagonizado por el querido Lito Cruz, que la verdad que no convence a nadie, salvo algunas de esas escenas donde Lito toma posesión del gran caudillo y logra desbordar todo su talento, no obstante para peor de las cosas, hay que hacer malabares para conseguirlo al film en Bs. As. aquí nadie se ha ocupado jamás de distribuirlo, de proyectarlo siquiera, no vaya a ser cosa que se recuerde que se hizo en otro gobierno. Volviendo al detalle de los restos de Facundo, menos mal que la familia Demarchi no quiso, saber nada con esto, ¡gracias a Dios! porque quien sabe lo que hubiera sucedido, si ni siquiera podemos poner en valor lo poco que se esta cayendo a pedazos.
Los anuncios ¡sobran! y los ilusos también, pero la realidad no dicta lo mismo, nos esforzamos para no pensar que sucederá lo imprevisible, que cambiaran los ejes de esta desidia, alguna vez, pero ya ni nosotros nos la creemos. Alguien nos dice que tenemos ¡la fiesta de los artesanos por lo menos! y un par de museos abiertos a mediotiempo, y si hay que agradecerles a los artesanos en definitiva que dejan un poco de color sobre las ruinas culturales de una ciudad que a mas del Talampaya hecho por la mano de Dios, no tiene casi nada de su pasado para apreciar. Sigamos esperando y no dudemos en pensar en dar vuelta la página y a los investigadores culturales e historiadores que nos visitan no se gasten en buscar lo que nunca encontraran…
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