lunes, 2 de agosto de 2010

Una Nueva Reflexión Sobre el Arte Posmoderno y sus Consecuencias



Son tantas las cuestiones relativas al arte que no es tan fácil en definitiva trazar una mirada objetiva en cuanto al movimiento actual del mismo y más aun en nuestra provincia. El arte posmoderno a ganado la calle, (todos somos concientes de esto) en todas partes por estos días y nosotros al igual que el resto del mundo no somos ajenos a ese fenómeno. Pero claro esta que no existe consenso cultural sobre el valor intrínseco del arte posmoderno.
En un mundo globalizado, todo termina perdiendo su peso, las razones se han volatilizado, los conceptos, los medios, las hipótesis acerca de la idea que a dado paso a la revelación de cierta obra artística.
Seguimos por un lado pensando que el arte posmoderno que surge desde los años setenta a nuestros días es una revelación americana equivocados o no es indiscutible o por lo menos salta a simple vista que es entre las rejas del imperio donde éste toma la dimensión inusitada y escalofriante que lo yergue ante el mundo.
El problema es como se lo revela, con cuales códigos, en realidad el posmodernismo podemos aplicarlo a todas las formas de arte nos referimos a literatura, música etc. y en cada rincón inimaginable del planeta hay cultores del mismo, lo que pasa que quienes lo desarrollan alejados de las grandes urbes mas bien son un producto de la creatividad inconsciente, son sin darse cuenta hijos de la multiplicidad cultural de las grandes potencias y posiblemente como de hecho sucede terminan por amar, y postrarse ante los grandes popes promotores eternos de un sueño que puede llegar a sucederte a ti. En realidad ese ha sido el mensaje oculto del arte posmoderno, una escalera fácil de subir hacia la fama, como la comida rápida, como la sicodélia que toca la cima en los años 70 devenida después en místicos fumadores de hierba; esos eran los mensajeros de la paz y ahora lo siguen siendo pero dosifican en pastillas de colores toda su euforia suicida, vendiendo y despilfarrando también porque no, tecnología como si fuera el aire sin el cual no podemos vivir.
Era necesario que así sucediera, la inteligencia de los americanos ataco todos los flancos posibles de la conciencia de cualquier habitante del mundo, la meca del cine, produciendo a rabiares historias del oeste, del sur, y del norte, de sus guerras, y sus fracasos, de mitos populares y leyendas urbanas entremezcladas con escenas de la casa blanca, de su bandera flameando como si fuera el símbolo de nuestra salvación, y crearon ídolos - dioses que no fueron otra cosa que simples actores, a costa de publicitarlos millones de veces terminamos por aceptarlos como extraordinarios aun a pesar de sus pasados de alcohólicos y drogadictos. Se adueñaron a través de la música de millones de conciencias,-a mi me encanta esa canción -escuchamos decir- de los ochenta o noventa aunque no se lo que dice, pero algo intuyo. Son el centro del arte mundial, ningún artista plástico puede considerase como tal si no expone por lo menos dos veces al año en sus galerías alucinantes, son los dueños inventores que patentaron el sueño americano, desde los grandes diseñadores de la moda que tampoco son nada hasta que no llegan a las pasarelas de Nueva York, hasta los pobres latinos inmigrantes que cambian su pueblo, sus costumbres, y su pensamiento por vivir en la gran manzana limpiándoles los zapatos a los celebritis, los amos posmodernistas visionarios del futuro.
Entretanto nosotros en Argentina y especialmente en las provincias pobres como La Rioja vivimos en una cultura, subdesarrollada, no somos ejemplo de nada, por el contrario aun continuamos pensando en lo que paso hace mas de treinta años atrás mientras los americanos ya tienen trazado su plan de gobierno hasta el 2055, así de patéticos somos, por eso ni siquiera podemos sostenernos en pie.
Del arte posmoderno en verdad no creemos que debamos renegar de quienes lo practican, ese es el resultado de la metáfora absurda que durante décadas las potencias remacharon en la mente de miles y miles de cerebros, no hay búsquedas para quienes se internan en ese laberinto. Hace poco tiempo un experimento sociológico dio con la clave del porque de las limitaciones de muchos de los artistas jóvenes en cuanto a su capacidad creativa, porque convengamos que los genios en el arte ya dejaron de existir hace mucho tiempo. El estudio en cuestión sobre múltiples trabajos de artistas posmodernistas de diversos países, tan disímiles como Argentina, Venezuela, Brasil, Rusia, Gran Bretaña, Alemania, Corea, etc. descubrió asombrado que los patrones de las obras se parecían tanto que increíblemente estas obras habrían podido ser creaciones de la misma persona, en ese mismo espacio-tiempo. Eso significo para los investigadores una sola cosa, que de alguna manera las mentes de estos artistas fueron manipuladas pero de forma tan inconsciente que ni siquiera ellos mismos pudieron darse cuenta. Sus impulsos creativos lejos de volar por el aire, se aferran a una guía predeterminada que no respeta su contexto, ni su idiosincrasia, pero que a su vez no puede ir a más allá. El arte posmoderno, también tiene un techo, esta de alguna manera restringido dicho esto con la sutileza que sin embargo no bastaría para que ese artista en cuestión pudiera siquiera avizorarlo.
En La Rioja es claro el mensaje, Los Museos están varados, son casi un producto de la indigencia, los edificios históricos son reemplazados por millonarios emprendimientos inmobiliarios, los artistas plásticos salvo un grupo minúsculo, son cultores del posmodernismo, y ni saben lo que defienden, dudan, se contradicen a si mismos, se desaprueban, se hunden pero no pueden saberlo, porque la batalla sucede muy profundamente en la inconsciencia, pasa que generaciones enteras apenas al nacer han sido ametralladas con la cultura rebuscada del primer mundo, esa fue la vidriera, el espejismo con la cual crecimos y claro que hay demasiados intereses de por medio para que la sociedad siga sin formarse, siendo los autodidactas de un destino ajeno y que jamás será nuestro.

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